Libros | Pablo Laborde

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Blog Soy Bibliotecario

"Mueren, se reproducen, crecen y nacen" es un libro donde nos vamos a encontrar con historias de la vida misma y con personajes que podemos hallar en cualquier sitio que recorremos habitualmente. Son cuentos que tienen vida propia, con variados temas que, estoy seguro, les van a resultar cercanos a más de un lector...".

Rodrigo Lastreto

Revista Viva - Diario Clarín

En los relatos de Mueren, se reproducen, crecen y nacen, Pablo Laborde hace foco en los vínculos personales, sobre todo amorosos. Autor de Bilis y Los que matan el tiempo, sus historias desnudan con agudeza las zonas más frágiles del ser humano. El relato que da nombre al libro es la disección de una pareja cuando se encuentra en caída libre: la rutina, los sueños eróticos, la descomposición y las consecuencias.

Aficionada a la lectura

"Me gusta mucho la capacidad que tiene Pablo Laborde de trasmitirnos los mismos sentimientos que siente el personaje, y hacernos entender a través de las palabras su locura. Es algo que se viene repitiendo en todos los libros que vengo leyendo de él, y es algo sublime conectar así con un relato...".

Jessica Medina y Melisa Llobet

"...Siempre usted va a tener miedo. Sus miedos son eternos. Como los hielos, ¿vio? Pero si tiene menos miedo que el año pasado, es decir, si está menos imbécil —Amílcar agacha la cabeza al escuchar esa palabra—, el Sistema le quita parte del subsidio, o sea, lo va dejando desprotegido, así usted tiene más miedo y vuelve a pedir más y más certificados. ¿Se entiende? Por eso usted siempre va a tener miedo...".

La ventanilla del miedo

MUEREN SE REPRODUCEN CRECEN Y NACEN

"...Hacia el quinto día se produce un pequeño cambio: ha mermado la euforia que al principio le trajeron la arena y la soledad. Y la libertad. Por primera vez desde que llegó se siente un poquito aburrida. Deprimida, incluso. Lo percibe al mediodía, después de picotear una ensalada hecha con las pocas verduras que le quedan. No quiere admitirlo, pero se inquieta. Y toma más vino que de costumbre.
Me tiro un rato, piensa. Y ya en la cama, reconoce esa angustia como una dolencia física. Su mano derecha acude a la zona afectada, ya examinando el malestar, ya procurando un alivio.
Y alivia ese malestar.
Cuando acaba, llora.
Y después se duerme...".

Desnuda en playa desierta

LOS QUE MATAN EL TIEMPO...

⏰ "Desnuda en playa desierta: primer relato del libro Los que matan el tiempo, sutil, exigente, erótico, logra atraparte por completo...".

Jessica Medina y Melisa Llobet

BAE Negocios

"...Los que matan el tiempo y lloran su entierro, segunda antología del autor, lo confirma como un urticante y agudo retratador de lo social".

Diario La Prensa

"...Aparecen así personajes como una mujer atrapada en sus propios miedos, un joven tímido que no sabe como relacionarse, otro que se cree un brillante narrador mientras su pareja se desloma trabajando... Laborde invita a reflexionar sobre lo que hoy nos toca vivir. Un tiempo que en forma implacable nos muestra aristas que molestan, mortifican, lastiman. Un tiempo que a pesar de todo y aunque frágil, muestra en estos personajes una esperanza que también conmueve...".

Sergio Limiroski

Viva - Diario Clarín

El tiempo, el implacable, el que dejamos pasar...

"Ocho historias bien distintas que conforman un único bloque, forjado con la metáfora del crimen del tiempo, valor supremo de la vida. Pablo Laborde retoma el tono ácido, por momentos feroz, de Bilis, su anterior libro...".

Evaristo Cultural

"...Un despliegue de coherencia en el contraste, tal como la realidad al servicio de la ciencia ficción.

Una muestra de sana crítica cruzando síntomas de una sociedad, virtualmente autoflagelada entre tensiones, conflictos, deseos e ilusiones...".

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Revista Locally

"...en cada historia un guiño de complicidad con el lector, quien aparece tenido en cuenta y respetado. Esto convierte al libro no sólo en un conjunto de relatos unidos por situaciones humanas, crudas y atractivas, sino en un modo de presentar los hechos y las descripciones con el valor destacado de guiar al lector en cada situación y vivencia de los personajes, casi como un cómplice de la experiencia. Además, quizás más relativo a la estructura de los cuentos, aparece algo muy valorable: las historias comienzan, plantean (o sugieren y luego desarrollan) una situación, y finalizan fieles al relato, sin quedar inconclusas o fragmentadas...".

Revista Ocio

Relatos ácidos, realistas, sarcásticos y bien argentinos componen esta obra de Pablo Laborde, que por momentos atrapa en un sopor desesperante, y por otros, hace reír; escenas cotidianas y comunes vistas con una lupa distinguida, giros absurdos y bizarros...

Solo tempestad

"¿Qué es lo que hace que un libro persista en la memoria del lector, que se torne recurrente? ¿Es el arte, los temas, la ejecución precisa, los estilemas? En este caso, pienso, es la conjunción de todos esos factores que resultan en diez cuentos de excelente factura técnica, en los que el trabajo de corrección y reelaboración logran una prosa despojada, divertida y al mismo tiempo brutal, sea en el caso de un homicida que presume su muerte cercana o el de una posible infidelidad."

Cristian Maier

Volar entre páginas

🙋🏽‍♀️ BREVE OPINIÓN PERSONAL
Los diez cuentos son maravillosos y están perfectamente equilibrados entre ironía, dolor, sorpresa, desesperación, humor y rapidez en cómo fluyen las historias. No te dan tiempo a pensar ni procesar: se presentan, te pegan un cachetazo, te sonríen y se van al trote. Amé la vertiginosidad y esa cuota de acidez tan bien aplicada.

“...Gocé un instante de éxtasis ante su súplica al ver su belleza disgregarse. El exquisito grotesco de su fisonomía repartida en piezas sueltas. Mi deseo apremiante mermaba, pero también había frustración en ese alivio: sufrí tanto como ella. Casi tanto, digamos.

Lentamente, me vuelvo hacia la puerta de vidrio esfumado, que borronea una silueta. El vaso cae de mi mano a la alfombra persa. Y yo, robotizado, apoyo el cigarro sobre el escritorio, que rueda unos centímetros sobre el tapete verde hasta chocar con la daga de empuñadura de oro y diamantes...”.

Una parte de ella

BILIS

¡Gracias!

Pablo Laborde

Una selfie vale más que mil sesiones fotográficas